viernes, 30 de enero de 2009

Epístola de un ángel

por Antón Castro

Nunca había asistido al rodaje de una película. Y era algo que tenía completamente mitificado. Hubo una época de mi vida, a principios de los 80, cuando era camarero, que consideré que podía dirigir películas y redactar guiones. Apenas tenía dinero, pero iba tres o cuatro veces por semana a las matinales de los Multicines Buñuel. Aquel era un festín para mí: abrí un cuaderno, y dos y tres, y lo fui llenando de notas sobre la película, los actores, la historia del guión, el propósito del director y mis propias teorías. Por todo ello, en aquel verano en que me convertí en periodista de “El Día de Aragón”, encaré el rodaje con absoluto entusiasmo. En realidad, con una idéntica porción de ilusión y pánico.


Llegué a Calatayud en autobús, y busqué los puntos de rodaje: la plaza central, el hotel donde pernoctaban los equipos, la plaza de toros. Y pronto, muy pronto, me topé con los actores y todos los cachivaches de producción, entre ellos algunos negros coches de la posguerra inicial. La plaza era realmente espectacular: como un gran teatro de comedia que aguarda a que los actores declamen a Cervantes, a Lope de Vega y a Calderón. Asistí a diversas tomas con auténtica delectación: no podía creérmelo. La película se titulaba El aire de un crimen, la dirigía Antonio Isasi. El capitán Medina era un actor local que empezaba entonces su proyección: Chema Mazo. Había muchos intérpretes importantes y no tan importantes. Me invitaron a cenar con ellos. Me puse pesado: quería saberlo todo. Preguntaba y preguntaba, y Germán Cobos me contestaba conteniendo el fastidio. Uno de sus amigos, uno de esos animadores de los actores que tienen buena conversación e instinto teatral aunque no lo practican, uno de ésos que siempre hablan de gastronomía y de viajes, me dijo: “Chaval. Olvídate por una hora del trabajo”. Lo intentaba. Lo intentaba, pero se me hacía difícil. Me volvió a advertir el amigo que “dejase de hacer el pelma”. Al final lo logré. O lo lograron ellos. Me emborracharon con cerveza, con vino, con orujo. Al otro día, entrevisté a casi todo el equipo, tomé fotos, eso sí: tenía un insoportable dolor de cabeza. El domingo siguiente publiqué el artículo, y dije que la joven actriz de catorce años no era una chiquilla, era un ángel vestido de amarillo. “O la diosa de hermosura inefable que enloqueció a Paris”, eso escribí sin temor al ridículo. Algunos días más tarde recibí un sobre con algunas fotos: estaba completamente borracho en todas. Una de ella ponía en el reverso: “Bailas fatal, aunque eres muy simpático. Maribel Verdú”. A ella, precisamente a ella, la había confundido con un ángel.

jueves, 29 de enero de 2009

Poema de Mª Carmen Alejaldre

ZARAGOZA, 1808

A ti, mi Zaragoza de imposible recuerdo,
vuela mi sentimiento desafiando al tiempo.
Me aterran si contemplo tus heridas
entre legajos, grabados y lienzos;
aunque intentar plasmar, dejar constancia,
fuera eso, un intento.

Tu paz y tu bonanza despertaron
ante la clara imagen del infierno,
que anegara de negros nubarrones
tu transparente cielo.

Se liberó de cada pecho un grito,
un grito de silencio
que asombraría al mundo.
El valor y la entrega de tus gentes
coronando el espacio,
obviando al propio dolor,
nos donara el mayor de los legados
que ambicionara un pueblo.

(Agosto, 2008)

miércoles, 28 de enero de 2009

La Generación poética aragonesa del 65

por José Ángel Monteagudo (escritor)

“Otra generación poética florece a la vuelta del sol”. Con estas palabras definía Miguel Labordeta, hace ya 40 años, a un grupo de jóvenes poetas que irrumpían en el panorama de las letras con una voz nueva, contestataria y unas ganas tremendas de mostrar al mundo sus apasionados poemas. Por cierto, como una premonición, aquellas palabras de Miguel Labordeta estaban incluidas en un pequeño prólogo que llevaba por título “A manera de introducción, pero que no lo es”, que abriría las páginas de un libro dedicado a la Generación del 65 por encargo del Departamento de Actividades Culturales de la Asociación de Alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras. Un libro que debía ser el nº 9 de la Colección Poemas dirigida por el gran poeta Luciano Gracia, y que nunca vio la luz.

El libro existió, aunque no de forma física, pues la edición del mismo fue secuestrada por la brigada político-social de la época y años después, en las páginas de la mítica revista “Andalán”(nº 417-418), se dio la noticia de los avatares sufridos por la obra reproduciendo en la seccion “Galeradas” una pequeña parte de los poemas y poetas allí reseñados. Allí quedaba reflejada una parte del material pero no su espíritu, puesto que el planteamiento de la inclusión de autores en el “desaparecido” libro, nunca publicado, era el de mostrar la poesía que entonces escribían los alumnos matriculados en la Facultad, sin ningún otro requisito añadido (aunque por esta exigencia, un escritor importante como José Antonio Román no pudo formar parte de esa selección subvencionada por la Universidad, aunque sí participó activamente en la coordinación y posterior impresión del libro junto a Luciano Gracia).

Por esa razón aparecían hermanados autores con obras publicadas junto con otros recién llegados, “primando más el criterio de presencia que el de selección” tal y como reflejaron Juan Mª Marín y Fernando Villacampa (dos de los autores incluidos, coordinadores y responsables de la obra junto con Román Ledo) en un artículo explicativo en la misma revista Andalán, molestados y mosqueados por la publicación oportunista y discriminatoria de aquellas “Galeradas”. En esa nota explicativa Marín y Villacampa reseñaban cómo se obviaron u omitieron a seis de los quince poetas –nada más que el 40%, comentan socarrones en la misma- , y con más saña arremetían contra el proceso de la discriminatoria selección rompiendo así la coherencia y heterogeneidad que marcaba el libro (Nota explicativa en Andalán, nº421, 2ª quincena- febrero 1985).

Asimismo embestían contra unas fotos incluidas junto a los poemas cuyo nexo con los mismos era inexistente –por no decir injustificable-, y sobre todo por la publicación de la obra de los artistas sin consultar a los mismos. ¿Susceptibilidad o coherencia? ¿Recelo de lo escrito veinte años atrás (cuando, según las malas lenguas, los exabruptos del ardor juvenil podían molestar a sus autores ) o simple integridad? Me atrevería a decir coherencia e integridad junto a una actitud honesta frente a aquella situación.
No hay que olvidar el horizonte político de la historia, lo que lleva al trasfondo de este irracional secuestro cultural y a la actitud –y temática- de muchos de los poemas y de sus autores. Situarse en aquella época no es un ejercicio difícil. La mayoría de aquellos estudiantes o recién licenciados sindicaban en organizaciones clandestinas y prohibidas, eran activos componentes de las protestas y manifestaciones contra el régimen franquista, y muchos de ellos estaban señalados por el dedo acusador de los mandos represivos cuando no, fichados por la policía. En alguna celda se ha escrito poesía contra aquel sistema; el poema “Conguitos” de Fernando Villacampa (que redactó arrestado en los calabozos de la comisaría centro) es un exponente de aquellas tribulaciones.

Ecos de combatividad en aquellos versos y en la actitud de aquellos estudiantes que se organizaban en Asambleas (recordemos que aún no había llegado el Mayo del 68 francés y por tanto sus referencias) y asistían a cuantas manifestaciones, reuniones clandestinas y acontecimientos pro-libertad se sucedían. Conciencia social a golpe de estrofa, idearios ad libitum.

Siguiendo el particular periplo del libro diremos que, a pesar de la incautación de los ejemplares de este “Generación del 65”, fue presentado en sociedad en una de las salas de la facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza, contando con una hilarante puesta en escena rodeados de una amplia expectación y acompañados de numeroso público que irrumpía el acto con gritos “anónimos” contra la dictadura y a favor de la libertad.

Cabe decir que no todos los poemarios reflejados irradiaban esa luz combativa, aunque sí ejercía de influencia al inconformismo y la provocación de muchos de ellos. El humor socarrón (“Eh, oiga, señor, usted/ se ha enterado que han matado al presidente Kennedy/ mientras yo comía una sabrosa tarta de manzana en una/ casa de la calle de/ La Ripa?” Juan Mª Marín), el pesimismo (Pasan los chopos/ y el agua se los lleva/ -río de sombras hacia el mar/ de la noche-./ Sombra total.” Aurora Egido), el canto al amigo (“Amigo Leopoldo,/ tierra virgen/ y roca fuerte de mi tierra. Adolfo Burriel”) , la tristeza (“El hábito adquirido/ de oír tu voz constantemente/ cómo me duele hoy que es silencio/ y septiembre se va acercando al corazón” Mª Pilar Rey del Corral), la soledad (¿Puede el hombre llorar cuando en la noche se ha puesto a meditar sobre la vida y el pensamiento rueda sin camino?” Enrique Pellejer) o el recuerdo (Es malo/ rumiar siempre recuerdos./ Es malo/ no tener un cubo de basura/ donde echarlos”. Socorro Molina), invaden numerosos tropos de aquellos versos.

No quiero obviar a ninguno de aquellos –entonces- jóvenes poetas. Abrían fuego el reconocido Mariano Anós (Con un libro ya publicado entonces, de título “Poemas habitables” de la Colección Poemas, 1966), Adolfo Burriel (Con “...Y digo amor” y “Palabra hacia Dios” ya publicados), Aurora Egido, Jorge Juan Eiroa (que también había publicado “A viva voz”), Carmelo García Comeras, Carlos Lorenzo Elizalde. Continuaban Juan Mª Marín (Con tres poemarios publicados “La nueva busca”, “Reminiscencias” y “A la orilla del mar, sentado en un gran sillón rojo, estuve a punto de hundirme), Socorro Molina, Enrique Pellejer Calamar, Mª Pilar Pérez Calvé, Mª Pilar Rey del Corral (Con “Nostalgicario” y “Poemas metafísicos” ya publicados).

Otros dos importantes autores, tristemente desaparecidos, continuaban la exposición de vates. El recordado José Antonio Rey del Corral (con “Poemas de la incomunicación” publicado), que ya había ejercido la docencia como profesor de Lengua española en Glasgow (Escocia) y que en aquel tiempo daba clases de literatura en el Instituto “Caro y Cuervo” de Bogotá (Colombia), destilaba una atmósfera pesimista en sus poemas cargada a su vez de conciencia política;

“Cadáver,
tu tienes la palabra
de decirle al mundo
que cosa sea la muerte
y cómo se viaja en clase de difuntos
y si en vuestros trenes hay también diferencia de clases. [...]
Cadáver,
cuando llegues escríbenos diciendo
todo cuanto sepas”

Y el llorado y poliédrico Ignacio Prat, con –ya entonces- múltiples colaboraciones en revistas tales como Poemas, Rocamador, Poesía Española, Papeles de Son Armadans, Poetry, Cuadernos Hispanoamericanos o ETC. Autor de novela (Incesto GRRR Incesto, 1961) y de ensayo (Los Beatles y la teoría del degreso jazzistico de Theodor W. Adorno), amén de su rico apartado poético. El mismo Ignacio calificaría la obra como “Degeneración del 65” en un número de la revista “Poesía” y se podría calificar como el autor mas surrealista –y posiblemente innovador- de esta generación. Años más tarde en su obra “Contra ti” pone el calificativo de “rótulo afortunadísimo” a la Generación del 65 y en “La página negra” da una concisa explicación sobre el devenir del libro secuestrado, así como de sus citas, confirmando el título “degeneracional”:

“Saco esta expresión semiculta precisamente de un poema muy “generacional”; está en la página 69 de la antología de Fernando Villacampa y Juan María Marín, Degeneración del 65, libro muy poco citado y que, aparte de designar por primera vez con una fecha muy significativa la cristalización del nuevo nosotros[1], constituye el único precedente del florilegio de J. M. Castellet (1982, p.213).”

Como muestra, uno de sus poemas incluidos:

SONETO

Soy la marca supina
la máquina de Thermos
ampliandO la conscientE cabezuelA
de nalgas & sargazos
Inflo & Inflo & Se ocupa
de la cesión Y los bordes
de cultura, Manchas y Lodos
Aquí ha estado alguien
Dice, Son hijos tostados
hércules cariacontecidos
pero no distiendo Nada Y Yo
no sabría ver
Soy la charca puercupina
la máquina de Thermos.


El catedrático de lingüística de la Universidad de Zaragoza, Túa Blesa, hizo años más tarde un excelente ensayo sobre su poesía en “Scriptor Ludens”. Una obra sin desperdicio.

Cerraban el libro el polifacético Antonio Maenza y el incendiario Fernando Villacampa. Maenza, además de su faceta poética, desarrolló la cinematográfica como director -maldito e injustamente tratado- rodando algunas películas de carácter surrealista con nexos de vanguardia y alma revolucionaria, en la que los actores eran a menudo amigos y gentes de esta propia generación; Fernando Villacampa, Ignacio Prat, Aurora Egido, además de Miguel Labordeta o Eloy Fernández Clemente ejercieron de actores en sus películas (“Orfeo filmando en el campo de batalla”, “Hortensia/Béance” y “El lobby contra el cordero”, son sus tres producciones cinematográficas). Recientemente se le dedicó un estudio documental sobre su vida y obra, a cargo de Graciela Torres y Fernando Soler.

Fernando Villacampa era uno de los poetas más íntegros y combativos de la generación, lo que le hizo pasar por numerosas vicisitudes –algunas de ellas- no muy agradables. Al parecer fue su “Poema para coros” –que cerraba el libro- el detonante para el secuestro de la edición de las galeradas por parte de la brigada político-social en los mismos talleres de la imprenta, pues el susodicho poema no le hizo ninguna gracia al Gobernador Civil de la época. Fernando había colaborado en diversas publicaciones, formaba parte del equipo de redacción de la revista “Cuaderna Vía” y ya había sido galardonado con algún premio de poesía en ayuntamientos de la provincia de Zaragoza.
A pesar de ello consiguió publicar algunos de estos poemas –revisados- seis años más tarde en la colección de poesía “El Bardo” (Ediciones Saturno, Barcelona), bajo el título de “Juegos Reunidos”. Esta obra contaba con doble autoría; la del dominicano Pedro Vergés y la del propio Villacampa.

Todos siguieron caminos muy dispares, aunque relacionados de forma íntima y personal (y en gran medida profesional) con la cultura. Unos ya fallecidos como Rey del Corral -y en algunos casos tempranamente; Ignacio Prat, Antonio Maenza-, algunos “desaparecidos” de las letras, y otros respetables voces en el mundo cultural en sus diversas vertientes, pero todos voces inconformistas de su época y referentes importantes con el paso del tiempo.

Como anécdota diremos que sólo dos ejemplares del libro salieron clandestinamente de los talleres de Casta Álvarez; el primero llegó a manos del catedrático de Literatura, el profesor Ynduráin, el otro recaló en José Antonio Rey del Corral. Cuando releo –en unas fotocopias de las “verdaderas” galeradas propiedad de José Antonio Román- esa pequeña joya, casi incunable por su “no publicación, ni difusión” y rara por lo inédito de la misma, me embargan esas dosis de inconformismo y disfruto de una certera mezcla del humor socarrón, pesimismo y juvenil rebeldía que irradiaban aquellos poemas, testigos críticos de una época. Cuarenta años después se dignifican bajo otro prisma distinto, el de la mirada hacia atrás en vez de adelante.
Aún me conmuevo cuando leo el “Poema para coros” de Fernando Villacampa (Poema rebautizado “La Oca” en el libro “Juegos Reunidos, 1971, obra poética -antes citada- en la que Fernando compartía autoría con Pedro Vergés), postrero poema del libro secuestrado -y posible detonante del rapto-, y que transcribimos a continuación como referente de una obra que hubiese merecido la publicación y difusión pertinente allá por el 65:

No he de callar, por más que deis despacho
a mi despecho con castos taponcitos.
No crujiré, aunque castiguéis mi lengua
con arpones, con moscas, denostándome.
He aquí, pues, que aunque avestruzaraísme
la oreja y todos mis pupitres,
no he de callar el hígado, al contrario
cantaré, cantaré en infinitivo:

Triste, triste el que no siendo idiota no hace nada.
Pobre, pobre el que trabaja mucho y cobra poco.
Mierda, mierda el que no es pacifista y tiene hijos.

Triste, triste aquel que dice coño y luego llora.
Pobre, pobre el que cobra el salario mínimo y no escupe.
Mierda, mierda la que está como quiere y es lesbiana.

Triste, triste el que no es impotente y lo parece.
Pobre, pobre el que tiene pezuña y se está quieto.
Mierda, mierda el que es apolítico y no orina.

Triste, triste el que sale a la calle y se enfrenta con la vida y sus cositas diariamente
Pobre, pobre el que sufre muchísimo y no grita.
Mierda, mierda los que lamen el culo al empresario, al novio, al decano,
al arzobispo.

Triste, triste el que sueña con grifos por la noche.
Pobre, pobre el que quiere ir al water y no puede.
Mierda, mierda al que es latifundista y luego duerme.

Tristes, tristes los que se llaman Triste de apellido.
Pobres, pobres los que se llaman Pobres de apellido.
Mierda, mierda los que se llaman Mierda de apellido.

Triste, triste el que da mucha risa y no lo sabe.
Pobre, pobre quien se ríe del prójimo y es prójimo.
Mierda, mierda el que estudia latín y no hace huelga.

Triste, triste la que tiene novio y no va al cine.
Pobre, pobre el que es escarabajo pelotero.
Mierda, mierda el que es más que otro y no le da vergüenza.

Triste, triste aquel que busca a Dios y se tropieza.
Pobre, pobre aquel que se enamora y además tiene catarro.
Mierda, mierda el que es mamífero y habla de Aristóteles.

No callaría
no cesaría de tallar el grito,
pues aunque dispusieran hachas por la lengua,
aunque se organizara el silencio en cofradías,
aunque la erre se quedara en piedra,
no moriría el soplo que no muere,
no se hundiría el asco que no se hunde,
no cesaría el rayo que no cesa.

Porque la vida es triste, triste, triste.
Porque el hombre es pobre, pobre, pobre.
Porque este mundo es mierda, mierda, mierda.


* Publicado en la revista “Criaturas Saturnianas” de la Asociación Aragonesa de Escritores, Nº6, año 2007.

[1] Aclara la razón del “rótulo afortunadísimo” citado anteriormente, calificándolo como único precedente de Nueve novísimos.

* En la foto el escritor Ignacio Prat.

martes, 27 de enero de 2009

Poema de Miguel Ángel Yusta


Esta noche contemplo la injusticia en cuarenta y dos pulgadas,

me pregunto el porqué de aquello y no obtengo respuesta.

Estoy sentado en mi sofá, cerveza y mando a distancia,

mientras la sangre, el fuego y el dolor desfilan ante de mí.

Si la rabia volara como un misil,

si no fuera todo silencio y cobardía,

si pudiéramos gritar por encima de la voz...

Pero ¿existe lo que veo o es solo una película de horror?

Esos seres humanos ¿son ciertos?


(Un avión ha amerizado sobre el Hudson

menos mal, se han salvado los ciento cincuenta ocupantes.

La CNN les ha dedicado varias horas

y se les veía felices, casi resucitados y bien cuidados.

El piloto es un héroe nacional)

Aparecen de nuevo los tanques, los niños muertos o mutilados, los padres desesperados,

los heridos sobre capós de coches viejos, No, no son últimos modelos.

Son chatarra llena de chatarra humana.

Sus heridas ¿no son acaso las nuestras?

¿No son ya suficientes su dolor, sus gritos de impotencia?

(Ha bajado la Bolsa: hoy habrán perdido bastante dinero

los bancos, los accionistas, los pequeños ahorradores

la crisis es cierta y no se sabe cómo ni cuándo puede acabar)


Los edificios de Gaza son escombros llenos de restos humanos

columnas de fuego y humo nublan el cielo.

Los aviones planean sembrando muerte.

El reportero tampoco puede entrar en el infierno.

Algún día pagaremos la factura...¿o no?

(Mañana mejora el tiempo, tal vez no haga falta ya el abrigo.

Este frío enero del dos mil nueve nos va a hacer la puñeta

Es tarde, estoy destemplado, me voy a la cama.

Me he perdido el programa de Buenafuente.

Tal vez mañana todo haya pasado...)

lunes, 26 de enero de 2009

Ciclo "ACÉRCATE A LA POESÍA" por D. Emilio Quintanilla


Hoy, día 26, A LAS 19,30 HORAS, EN LA BIBLIOTECA DE ARAGÓN

Cuarta y última sesión del ciclo audiovisual “ACÉRCATE A LA POESÍA”, que ha venido impartiendo nuestro socio y miembro de la Junta Directiva, D. EMILIO QUINTANILLA BUEY.

Su título: "DE LA POESÍA DE POSGUERRA A LAS ÚLTIMAS TENDENCIAS”.
Os esperamos a todos.

viernes, 23 de enero de 2009

Premios literarios en Berrueco

Este año (el pasado día 17 de enero) se ha celebrado la V edición del concurso literario nacional "Cuentos junto a la laguna" en la localidad zaragozana de Berrueco, que organiza la Asociación Cultural "Parque natural de la laguna de Gallocanta" y que cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Berrueco, el Hotel SECAIZA (Berrueco) y la Librería RENO (Madrid). Colaboran la Diputación de Zaragoza y la Asociación Aragonesa de Escritores.

El Concurso tiene tres categorías (Adultos, Juvenil e Infantil) porque se estima muy importante animar a los niños y jóvenes a participar. Su objetivo es promocionar la cultura a través de la literatura (aunque recordemos que el Hotel SECAIZA también organiza a lo largo de todo el año diferentes opciones de cultura y ocio: observación de aves, cursos de astronomía práctica, conciertos de música...) y de dar a conocer lugares emblemáticos del Aragón más profundo a través de la cultura, que puede generar recursos sociales y económicos.
El jurado estuvo compuesto por los escritores D. Javier Aguirre, D. José Ángel Monteagudo y Dª Ana Ubé. La mesa la integraban la presidenta del mismo, Dª Carmen Ballestín, alcaldesa de Berrueco, y la secretaria Dª Ana Somoza, gerente del hotel Secaiza.

Los premios fueron otorgados a las siguientes personas dentro de sus categorías:
ADULTOS
Ganador
ÁNGEL GONZÁLEZ PUGA, Miguelturra (Ciudad real) con su relato "El lago de las pesadillas"
Accésit: RUBÉN BALLESTAR URBÁN, (Castellón) con su relato "Limnología".
JUVENIL
Ganadora
PAULA COLMENARES LEÓN (Madrid) con su relato "Y el tiempo se confundió"
Accésit: TATIANA CAZORLA CABEZAS (Cádiz) con su relato "Mi dulce Andrea".

INFANTIL
Ganadores
IVÁN SERRANO GALDEANO (Orcoyen, Navarra) con su relato "La laguna de Gallocanta"
PAULA SERRANO GALDEANO (Orcoyen , Navarra) con su relato "Mi patito"
SIMÓN SANTAMARÍA GARCÍA (Las Rozas, Madrid) con su relato "El niño que se metió en el cuento del Dragón"

El jurado resaltó la gran cantidad de relatos enviados en todas las categorías a este V certamen y la calidad de los relatos ganadores en cada una de ellas.
Enhorabuena a los premiados.



En las fotos superiores Ángel González Puga, primer premio de adultos, y Paula Colmenares León, primer premio juvenil.

Aquí tenemos, en las calles de Berrueco, a los ganadores infantiles Paula Serrano Galdeano e Iván Serrano Galdeano, junto a su hermano pequeño.

En la foto el jurado y presidencia del Concurso "Cuentos junto a la laguna". De izquierda a derecha: D. José Ángel Monteagudo (escritor y jurado técnico), Dª Ana Ubé (escritora y jurado técnico), Dª Carmen Ballestín (Alcaldesa de Berrueco y Presidenta del Jurado), Dª Ana Somoza (secretaria y Gerente del Hotel Secaiza) y D. Javier Aguirre (escritor y jurado técnico) .

jueves, 22 de enero de 2009

Sobre Pierre Auguste Renoir

Pierre Auguste Renoir (Limoges, 1841- Cagnes-sur-Mer, 1919).

Uno de los referentes de la pintura impresionista. Inicialmente fue influido por Courbet. Excelente paisajista, se distingue por el uso de la figura humana, especialmente los desnudos femeninos. Hacia 1881, marcha a Italia entrando en contacto con la obra de Rafael y los frescos de Pompeya. A partir de ese momento su obra muestra un mayor interés por la composición y el empleo de colores más fríos.
A finales de siglo, retornó a una pincelada más libre y de un colorido más vivo.

Entre sus muchs obras podemos reseñar: Lise (1867), El Palco (1874), Le moulin de la Galette (1876), Los paraguas (1883) o Las bañistas (1887).

Para mejor muestra pinchad en la ventana y disfrutad de las pinturas del maestro francés.

miércoles, 21 de enero de 2009

Presentación de "Amor y Poder" de Modesto Lobón

Hoy, DÍA 21, MIÉRCOLES, A LAS 19,30 HORAS,
EN LA BIBLIOTECA DE ARAGÓN

Se presentará el libro AMOR Y PODER, de Modesto Lobón, editado por MIRA.

Intervendrán José Luis de Arce, el editor y el propio autor.

Os esperamos.

martes, 20 de enero de 2009

Durruti o el destino trágico del anarquismo


por Fernando VILLACAMPA (Profesor y escritor)

Buenaventura Durruti, uno de los dirigentes anarcosindicalistas de mayor dimensión histórica y legendaria, falleció en Madrid, en las inmediaciones del frente de la Ciudad Universitaria, en noviembre de 1936. ¿Murió a consecuencia de un certero disparo efectuado por un enemigo apostado en una ventana? ¿Lo mataron "los comunistas" en un episodio más de los constantes enfrentamientos internos entre las fuerzas antifascistas? ¿Fue una venganza perpetrada por algún correligionario suyo? ¿O, como aseguró un testigo presencial, se le disparó su propia arma en un accidente banal?

A lo largo de sus 40 años de vida, Durruti estuvo en el epicentro de los episodios más significativos en la historia del periodo cenital del anarquismo español: la huelga general de 1917; las empresas descabelladas y descabaladas como el intento de derribar a la Dictadura de Primo de Rivera en 1924; el triunfo en Barcelona sobre el fascismo en julio del 36, cuando todo el poder en Cataluña pasó prácticamente a manos de los anarquistas; el frente de Aragón para la toma de Zaragoza (la empresa frustrada en que Durruti empeñó los últimos meses de su vida); finalmente, la guerra civil dentro de la guerra civil que sostuvo la CNT-FAI con el resto de las fuerzas antifascistas a propósito de sus muy diferentes enfoques de las prioridades entre victoria militar y revolución.

Como todos los héroes trágicos, Durruti fue un hombre contradictorio: firme pero capaz de dudar, rudo y sensible, feroz y tierno a la vez, con una voluntad férrea unida a una desorientación casi infantil: una mezcla extraordinaria. En él se encarnan esas antítesis tan consustanciales a los anarquistas históricos, propensos a moverse con toda desenvoltura entre el amor a la humanidad, el anhelo de dignidad, la fraternidad, la aspiración a una vida sencilla, la moralidad estricta, el naturismo y el vegetarianismo, de un lado, y de otro el fanatismo, la obcecación, la crueldad y las prácticas gangsteriles.
¿Nos quedamos con el temible Durruti que no pestañea ante una orden de fusilamiento o con el que recibe a sus correligionarios cambiando los pañales de su hijo o con el delantal puesto para pelar patatas? ¿Con el pistolero armado hasta los dientes o con el que destina el dinero de los atracos a mantener librerías y bibliotecas libertarias? ¿Con el ardoroso combatiente o con el que asegura que "La guerra es una porquería"? ¿Con el comecuras o con el protector del párroco Jesús Arnal, al que colocó como escribiente de su regimiento? ¿Con el hombre que aparece en algunas fotografías con el ceño fruncido o con el de la sonrisa entre tímida y fanfarrona? Da igual: todas las caras de Durruti aparecen marcadas por el signo del destino trágico de los anarquistas, el que determinó la biografía de tantos otros apóstoles de la Idea, guiados por la aurora fatal de un entusiasmo tanto más febril cuanto más abocado al fracaso estaba -aunque sólo lo hemos sabido a posteriori- su proyecto histórico.

lunes, 19 de enero de 2009

Ciclo "Libros al cine": TORMENTO de Pedro Olea

Hoy, día 19, A LAS 19,00 HORAS, EN EL SALÓN DE ACTOS DE IBERCAJA, PATIO DE LA INFANTA, disfrutaremos de la primera sesión del ciclo “Libros al cine”, que consiste en películas inspiradas en obras literarias.

Se proyectará TORMENTO, dirigida por Pedro Olea, según la obra de Pérez Galdós. Interpretada por Ana Belén, Concha Velasco y Francisco Rabal, entre otros. Presentación a cargo de Fernando Gracia.

viernes, 16 de enero de 2009

Julio Alejandro, el ritmo y las cuadernas

por José Luis Gracia Mosteo

Es fama que Clark Gable le preguntó una vez el nombre al guionista. “William Faulkner”, respondió aquél. Gable ladeó la sonrisa. “William, ¿qué?” “Faulkner, William Faulkner, guionista y escritor”, confirmó el autor de Santuario, ¡Absalom, Absalom! o El sonido y la furia. Gable calibró de arriba a abajo a aquel tipo que estaba recreando magistralmente el sur norteamericano, le estrechó la mano y se dio la vuelta seguro de haber conocido a un don nadie.

Es fama que los guionistas de películas, los escritores de libros, pocas veces traspasan las sombras de la sala del cine, los anaqueles de la biblioteca, y llegan a ser conocidos. Pues bien, éste es el caso de un poeta elogiado por Antonio Machado; el caso de un dramaturgo aplaudido por la crítica y el público; el caso del mejor guionista de Buñuel; el caso de Julio Alejandro.

Antiguamente los griegos pintaban al Destino como un dios ciego, hijo del Caos y la Noche... Pocas veces el capricho de sus designios se ve tan claro como en la vida de este niño que nació a cientos de kilómetros del mar pero sintió su llamada; padeció el caos y la noche de varias guerras; y coincidió en no pocas ocasiones con quien tal vez inclinó su vocación, Antonio Machado.

Julio Alejandro Castro Cardús nació en 1906 en el seno de una familia burguesa de médicos y boticarios de Huesca. Allí permanecerá hasta los nueve años. Allí (pero también en Veruela, el Moncayo, Aragón todo) fijará esa patria fugaz que es el tiempo de la infancia. Quién le iba a decir a aquel mocé que iba a viajar de África a Shangai como el personaje de una película mientras se bañaba en el Isuela.

Y es que Julio Alejandro sintió desde pronto la afición del mar y del cine, que contemplaba con devoción en aquella Huesca donde permaneció hasta que la familia decidió trasladarse a Madrid y pudo hacer realidad su sueño en la Escuela Naval de Cádiz para ser “Ombligo luminoso” por su costumbre de leer a la luz de la linterna. Es a bordo de un barco donde conocerá la guerra de África, viajará a Shangai para proteger a la colonia española o escribirá su poemario La Voz Apasionada. Es a bordo de un barco donde encontrará el desengaño.

Porque pronto esas dos Españas tan evidentes en el micromundo de una nave, le llevan a pedir la excedencia y regresa a Madrid donde asiste al inicio de la Guerra del 36, siendo herido y teniendo que marchar a Francia de donde sale apenas es invadida por Hitler. Lisboa es el puerto intermedio; Filipinas, el destino. Pero Manila es también tomada por Japón, y Julio es encarcelado y herido hasta que finalmente consigue embarcar hacia Estados Unidos y México.

Herido de nostalgia, regresa a España en 1946 y comienza a escribir teatro. Los éxitos se suceden y con ellos las envidias. Enseguida se corre el bulo de que Julio no es Julio sino el alter ego de Alejandro Casona. La situación comienza a hacerse irrespirable... Y es entonces cuando el cine (su segundo sueño) entra en su vida ofreciéndole escribir los diálogos de una película mexicana, así que decide marchar allí con un contrato de seis meses que se convierten en 34 años, 109 guiones, la renuncia a trabajar con Walt Disney y la amistad de Buñuel para quien escribe, entre otros títulos, Nazarín, Viridiana y Tristana.

Cuando regresa en el 84, es ya una leyenda: Aragón le abre sus puertas y publica Breviario de los Chilindrones, Singladura, el recopilatorio Fanal de Popa...; la gente del cine (Azcona, García Sánchez, Erice, Alex de la Iglesia...) lo tratan de maestro; se suceden los homenajes... Todo lo acepta con modestia, deseando ser un avestruz, dice, para esconder la cabeza. Hasta que lo logra definitivamente en 1995 mientras contempla el Mediterráneo en su casa de Javea.

Escribió Faulkner citando a Shakespeare que “la vida es un cuento narrado por un idiota, lleno de sonido y furia.” Escribió Antonio Machado en el prólogo del libro de Julio Alejandro: “Dios a tu verso y a tu barco guarde / seguro el ritmo, firmes las cuadernas, / y que del mar y del olvido triunfen / poeta y capitán, nave y poema.” Todo eso, naufragios y olvido, sonido y furia, es la vida de Julio Alejandro.

Pero triunfaron el ritmo y las cuadernas.

*Aparecido en Artes y Letras. Heraldo de Aragón.

jueves, 15 de enero de 2009

Avisos de Derrota de Oscar Sipán

por José Domingo Dueñas

Nuevo libro de relatos de Óscar Sipán (Huesca, 1974), que ronda ya la decena de los suyos y que incide en un idilio singular –casi de otros tiempos- con la literatura. Y ello por la precocidad con que se dedicó al oficio, por la intensidad con que lo ejerce y por la fe en la letra impresa que demuestra en cada uno de sus textos. “Avisos de derrota” reúne diez cuentos breves, premiados en casi todos los casos en otros tantos concursos literarios, y esta es otra circunstancia que singulariza la trayectoria de Óscar Sipán: la excepcional cantidad de premios que acumulan sus escritos.

En ocasiones, el propio autor ha señalado que tratar de vivir por y para la literatura conlleva alguna servidumbre –si se puede entender así- o que el acceder –casi como modo de vida- a sucesivos concursos puede marcar en cierta medida un estilo, un modo de hacer. Quienes se han ocupado ya de los libros de Sipán han señalado invariablemente la pulcritud de su prosa, la cuidada construcción de sus historias, que dejan siempre una secuela de inquietud y de extrañeza en el lector, o un marcado gusto por crear mundos entreverados de literatura o cine donde los personajes tienden a fundir ficción y realidad. “Avisos de derrota” sigue fiel a esta manera del escritor oscense, pero también supone, a mi juicio, una variación de cierta relevancia, un salto hacia otros terrenos. No cabe duda de que sin riesgo, sin incertidumbre, nohay hallazgos que merezcan la pena. Y Óscar Sipán ha apostado y ha ganado de nuevo, ya no tanto en el ámbito de los concursos sino en el de la pura y simple literatura.

El libro viene dedicado a Karpov, el perro galgo del escritor y su “primer aviso de derrota”, porque su compañía se entiende como paliativo de la soledad, según cabe deducir. Y ya desde el título, Sipán deja que irrumpa abiertamente la vida, su vida, en los textos y este es el probablemente el principal giro que adopta la obra con respecto a libros anteriores. Así, desde una necesidad honda de contar y de contarse, nos habla de la pérdida irremisible de la infancia (“Maradona no volverá a jugar”) o del deterioro de las relaciones humanas, esto es, del amor y de su sombra, el desamor (“El dios de las camareras”, “Cuarenta días de niebla”). Otros textos, en los que se reconoce tal vez mejor al narrador de otras ocasiones, indagan en la frontera entre vigilia y sueño, realidad y fantasía, en un afán por ampliar o cuestionar la percepción rutinaria de las cosas (“Il mondo mío”, “Memento mori”). En este sentido, hay veces en que el escritor prefiere guiarnos más por la realidad de la literatura que por la inconsistencia de la vida, así en “La jaula de Faraday”, homenaje a los escritores uruguayos Nelson Marra y Juan Carlos Onetti, apresados y torturados por la dictadura de Juan María Bordaberry en los años setenta. También “El sonido de matar y el sonido de morir” entremezcla con indudable acierto cine y vida, hasta difuminar los límites. Y es que la literatura, el cine, son realidades tan consistentes al menos como la de cada día cuando se está “enfermo de literatura” y “cuando algunos libros significan más que la sangre”, según dice el autor. “Avisos de derrota” es, en fin, un libro de madurez, el trabajo depurado y concienzudo de un escritor que se vuelca por completo en cada historia.

* Publicado en Heraldo de Aragón (Suplemento Artes&Letras).

miércoles, 14 de enero de 2009

Ciclo "El humor de ayer en Aragón". Hoy: Angélica Morales

Hoy, miércoles, día 14 de enero, a las 19,30 horas, se inicia el ciclo de actividades:

"ES LO QUE HABÍA: EL HUMOR DE AYER EN ARAGÓN",

organizado por Ibercaja Zentrum (c/ Costa esquina Plaza de los Sitios, Zaragoza).


Hoy comienza el ciclo con la actriz ANGÉLICA MORALES que nos ofrecerá un monólogo humorístico de esos a su estilo, tan ingeniosos e innovadores.

Presentará el acto el escritor, Amadeo Cobas.

Coloquios en librería de FNAC


Os recordamos dos coloquios acerca de la crisis económica y financiera, española y mundial. Aunque no es mucho tiempo, por lo menos abordaremos la cuestión con seriedad, cuestionando algunas de las informaciones desinformadas que nos hacen llegar.

"La bolsa o la vida. Crisis o ineficacia global"

Dia 14 de enero. 20.00hs. Librería Fnac Pza. de España.
Coloquio con José Luis Trasobares, periodista de El Periódico de Aragón. Jorge Bielsa, profesor de la Universidad. Mónica Gorenberg, psicoanalista.

Día 21 de enero. 20.00hs. Librería Fnac Pza. de España.
Coloquio con Chesús Yuste, diputado en las Cortes de Aragón. Encarna Samitier, periodista de El Heraldo de Aragón. Mónica Gorenberg, psicoanalista.

martes, 13 de enero de 2009

Poemas de Pablo Neruda

AGUA SEXUAL

Rodando a goterones solos,
a gotas como dientes,
a espesos goterones de mermelada y sangre,
rodando a goterones
cae el agua,
como una espada en gotas,
como un desgarrador río de vidrio,
cae mordiendo,
golpeando el eje de la simetría, pegando en las costuras del alma,
rompiendo cosas abandonadas, empapando lo oscuro.

Solamente es un soplo, más húmedo que el llanto,
un líquido, un sudor, un aceite sin nombre,
un movimiento agudo,
haciéndose, espesándose,
cae el agua,
a goterones lentos,
hacia su mar, hacia su seco océano,
hacia su ola sin agua.

Veo el verano extenso, y un estertor saliendo de un granero,
bodegas, cigarras,
poblaciones, estímulos,
habitaciones, niñas
durmiendo con las manos en el corazón,
soñando con bandidos, con incendios,
veo barcos,
veo árboles de médula
erizados como gatos rabiosos,
veo sangre, puñales y medias de mujer,
y pelos de hombre,
veo camas, veo corredores donde grita una virgen,
veo frazadas y órganos y hoteles.

Veo los sueños sigilosos,
admito los postreros días,
y también los orígenes, y también los recuerdos,
como un párpado atrozmente levantado a la fuerza
estoy mirando.

Y entonces hay este sonido:
un ruido rojo de huesos,
un pegarse de carne,
y piernas amarillas como espigas juntándose.
Yo escucho entre el disparo de los besos,
escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos.

Estoy mirando, oyendo,
con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma en la tierra,
y con las dos mitades del alma miro el mundo.

Y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente,
veo caer agua sorda,
a goterones sordos.
Es como un huracán de gelatina,
como una catarata de espermas y medusas.
Veo correr un arco iris turbio.
Veo pasar sus aguas a través de los huesos.


lunes, 12 de enero de 2009

Actividades para este mes de enero


DÍA 19, LUNES, A LAS 19,00 HORAS, EN EL SALÓN DE ACTOS DE IBERCAJA, PATIO DE LA INFANTA

Primera sesión del ciclo “Libros al cine”, que consiste en películas inspiradas en obras literarias. Se proyectará TORMENTO, dirigida por Pedro Olea, según la obra de Pérez Galdós. Interpretada por Ana Belén, Concha Velasco y Francisco Rabal, entre otros. Presentación a cargo de Fernando Gracia.

DÍA 21, MIÉRCOLES, A LAS 19,30 HORAS, EN LA BIBLIOTECA DE ARAGÓN

Presentación del libro AMOR Y PODER, de Modesto Lobón, editado por MIRA. Intervendrán José Luis de Arce, el editor y el propio autor.


DÍA 26, LUNES, A LAS 19,30 HORAS, EN LA BIBLIOTECA DE ARAGÓN

Cuarta y última sesión del ciclo audiovisual “ACÉRCATE A LA POESÍA”, que ha venido impartiendo nuestro socio y miembro de la Junta Directiva D. EMILIO QUINTANILLA BUEY. Su título:”DE LA POESÍA DE POSGUERRA A LAS ÚLTIMAS TENDENCIAS”.

viernes, 9 de enero de 2009

Luis Ballabriga: elogio del arqueólogo imprecindible por ROMÁN LEDO


por José Antonio ROMÁN LEDO.
(Escritor)

Un cronopio que anda por el desierto se encuentra con un león, y tiene el diálogo siguiente: León.—Te como. Cronopio (afligidísimo pero con dignidad).—Y bueno. Julio Cortázar

Quién tenga la fortuna de acercarse al inefable Luis Ballabriga (maniobra imprescindible para escuchar su susurrante y civilizado tono de voz) estará de acuerdo en asimilar su persona al biotipo ideal que Cortázar trazó para sus criaturas conocidas como cronopios. Personajes candorosos, hipersensibles, analíticos hasta la disección... a la par que exaltados románticos capaces de dibujar una golondrina con tizas de colores sobre el caparazón de una tortuga, cuya velocidad consideran vertiginosa.

Luis Ballabriga es cronopio entrañable, bondadoso, paciente y leal, tímido y anhelante de la gruesa concha en que los galápagos protegen su laboriosa intimidad. En determinadas épocas del año, que nunca coinciden con las estaciones de Vivaldi, la alarma cunde en la Ciudad neurótica: ¿Dónde está Luis?: Los teléfonos trepidan hasta la incandescencia, los correos electrónicos apelmazan la red, las mensajerías ciclistas colman el trasiego urbano. Los locales para fumadores añoran las volutas de sus cigarrillos de piel tostada. El desvivir se apodera de la población huérfana. ¿Dónde se habrá metido?...

Alcandora, Almenara, Ambiente, Ámbito, Ansí, Azul, Cierzo, Despacho Literario, Doncel, Literatura, Noreste, Orejudín, Papageno, Pilar, Poemas... Este puñado de nombres sonoros y evocadores constituyen la coartada que durante mucho tiempo tenían confinado a Luis en el hondón de su casa: Revistas literarias de los años diez, de los treinta, de los cuarenta, cincuenta, de los sesenta... Nada menos que la memoria de medio siglo en las cavernas zaragozantes de la resistencia a la razón pautada. La insurgencia alada, la rebeldía civil en el barbecho de la anteguerra y luego, en el yermo de la posguerra.

Ballabriján sumergido en busca de los mejores buceadores, expertos en cada momento histórico. Buzoluis, cargado de oxígeno hasta el tuétano para ahondar en las profundidades de nuestra herencia literaria; Cefaloloco de mil tentáculos que atrapan tesoros recónditos, páginas ocultas en los sargazos del tiempo, letras herrumbradas por el salitre de la incuria y el desdén de la herencia cainita. Allá abajo andaba Luis, corrugado en el silencio de su batiscafo para emerger de vez en vez y ofrecer sus hallazgos a los burócratas, sus tesoros envueltos en papel facsimilar.

No son tan nobles pecios el único objeto de su actividad submarina. En la clandestinidad del rescate, Luis ha recobrado osamentas de viva encarnadura: Escritores de ayer: Baylin, Seral, o de un presente perdurable: Torrente, Bermúdez... Luis Vayabrío se ha codeado con el mejor Luis Buñuel y rescatado su pensamiento no filmado. Ha enaltecido el rastro de nuestros más inspirados líricos... y todo ello, en quebranto de su elevado estro de poeta bipolar, de su imaginativa condición de prosista nato.

Todo lo ha sacrificado en aras de la rara amistad, de su irreductible lealtad con la verdad de las letras, de su compromiso frente al horror del moho sepulcral al que somos tan proclives en esta nuestra tierra de olvidos seculares. Gracias, Luis.
(Publicado en la revista Barataria)

*Luis Ballabriga recibió uno de nuestros Premios Búho en el año 2006, por su esfuerzo desarrollado en la investigación y recuperación de viejas ediciones y publicaciones no venales que permiten descubrir muchos movimientos culturales que conformaron, en el pasado, buena parte de la vida cultural zaragozana y aragonesa.

jueves, 8 de enero de 2009

Reedición de "El trino del diablo" de Daniel Moyano

por María Neder

Un editor de Zaragoza, Oscar Sipán, acaba de reeditar en España el relato del escritor argentino Daniel Moyano que cuenta la fundación mítica de la ciudad de La Rioja en el año 1591, El trino del diablo, originalmente publicado en 1974 con un prólogo de Augusto Roa Bastos. Para esta reedición con el sello Tropo Editores, Sipán acompañó esta novela de Moyano con un texto que Mario Benedetti escribió en el diario español El País en 1992, a pocos días de la muerte de Moyano en Madrid, donde vivía exilado desde 1976. "Para sobrevivir -llegó a España con su esposa y dos hijos- ejerció de plomero, buscó tiempos y espacios para ir escribiendo su Libro de navíos y borrascas, novela suscitada por la represión y el exilio. Solo en los últimos tiempos consiguió un trabajo que armonizaba con su vocación cardinal: la Universidad de Oviedo lo llamó para que dictara cursos de narrativa y estaba tan contento con ese gesto como si le hubieran regalado un Stradivarius", decía Benedetti en El País. Admirado por Gelman, Cortázar y Rulfo, "merece la reedición de todas sus obras, es tremendamente injusto que los textos de un autor de la categoría de Moyano no puedan conseguirse en España", opina Sipán.

La reedición de El trino del diablo está acompañada por otros seis cuentos de Moyano -entre ellos, Tía Lila, Desde los parques, o el relato con el que ganó el Premio Juan Rulfo en 1985, El halcón verde y la flauta maravillosa- que confirman su cosmovisión y fuerza lírica. Músico y escritor a la vez, en Moyano se unen la música como salvación -la musicalidad de su prosa- y la literatura: "Moyano no propaga doctrina, no teoriza ni argumenta, simplemente narra", decía José Bianco. "Estamos ante un realismo profundo a fuerza de ser objetivo", decía Roa Bastos.

De chico, Moyano jugaba con Ernesto Guevara en el pueblo cordobés de Alta Gracia, ambos robaban frutas del huerto de un músico español exilado, Manuel de Falla. Desde 1959 en La Rioja trabajó como periodista -durante muchos años fue allí el corresponsal de Clarín- y a la vez, docente en el Conservatorio Provincial de Música, era violinista en el Cuarteto de Cuerdas de esa institución.

En 1968 con El oscuro, editada por Sudamericana, ganó el Premio de Novela de la revista Primera Plana: los jurados eran García Márquez, Roa Bastos y Marechal. La dictadura militar de 1976 lo secuestró durante una semana, sufrió torturas y simulacros de fusilamiento -hechos que lo marcaron de por vida- y debió ocultar la primera versión de El vuelo del tigre, reeditada en Madrid en 1981. Amigo de Haroldo Conti y Antonio Di Benedetto, el hecho es que Moyano siempre se consideró "un autor del interior", más cercano espiritualmente a Rulfo y Onetti que a Borges. El escritor Mario Paoletti decía que el encuadre simbólico de Moyano "nos remite a las mejores páginas de otros maestros, como Franz Kafka y Cesare Pavese".

"Al cuento hay que tocarlo en un buen violín y bien tocado" decía Moyano a sus alumnos de taller literario en Cádiz. La música como salvación: esto se ve claramente en El trino del diablo cuando, en la fundación inicial de La Rioja, dos mil indios armados con flechas envenenadas oyen el Kyrie en el violín de Francisco Solano. Conmovidos por la música, los indios desisten y no llevan adelante su ataque. El protagonista del relato, Triclinio, es un violinista que -entre La Rioja y una villa miseria porteña- simboliza la pureza en un país desangrado por la violencia, la locura y la barbarie dictatorial.

En 1997 en la iglesia Passionkirche de Berlín se estrenó una versión musical de El trino de diablo, obra del guitarrista italiano Carlo Domeniconi, colega y amigo de Ricardo Moyano, hijo del narrador. La obra musical, una estructura operística pensada para instrumentos de cuerdas, piano y percusión, luego fue interpretada en 1998 en el Philharmonic Hall de Berlín. "No me gusta fotocopiar la realidad, no me considero un escritor realista, no describo las cosas tal como suceden", decía Moyano. Traducido al inglés y al francés, ya era tiempo de que el mundo mágico de Daniel Moyano regresara a las librerías.

miércoles, 7 de enero de 2009

"La chata" por Raimundo Lozano

por Raimundo Lozano (escritor)

(a Román Ledo, entrañable amigo y buen narrador de relatos y cuentos).

Acabada la película, las nueve en punto de la noche, Jorge, Enrique, Ernesto y quien esto suscribe, pensamos que era demasiado pronto para regresar a casa, a la pensión "Dieciséis", que es donde nos hospedábamos. Para tomar unas cervezas, dice Jorge, nada mejor que ir a "Las escalerillas", ese bar donde suele haber mujeres de alterne.

Un tanto calentitos que estábamos después de ver "Arroz amargo", neorrealismo italiano, tan de moda como estaba entre nosotros entonces. No sé bien por qué, con la censura reinante, esa permitida película. No es que fuese muy atrevida, que no lo era, pero sí sobrepasaba los límites de nuestro cine, de nuestra censura. Silvana Mangano, la protagonista, mostraba sus pechos redondos y blancos, casi enteros. Y la falda por encima de las rodillas. Muy atrevida la película para el cine que se hacía por aquí.
"Las escalerillas" era un bar que llevaba fama porque allí frecuentaba la "Chata". Hermosa joven que se hizo famosa por haberse "tirado" en unos minutos nada menos que a un equipo de fútbol de tercera división de un pueblo próximo. El entrenador les dijo: si ganáis el partido, os regalo unos minutos con la "Chata". Ganaron, y allá se fueron. Ella, sin levantar la cabeza, entiéndase sin levantarse de la cama, fue degustando, mejor dicho, fue degustada por once muchachos del equipo, y tres más, los reservas.
Jorge nos contaba aquello emocionado, como si también él hubiese tomado parte en el asunto.
-Es que lo cuentas con tanta emoción, con tal lujo de detalles -interpuso Enrique-, que más bien parece que tú también tomaste parte en el asunto. Uno más del equipo quiero decir.
Y nos reimos todos, claro.
Esperaba yo con entusiasmo visitar aquel bar tan famoso, tan significativo, debido a que allí se daban cita distinguidas señoritas. De momento, aparte de los adornos de flores y cuadros de mujeres famosas en el cine, me inquietó verme allí, por lo que desvié la mirada al que estaba al otro lado del mostrador, con cierto aire de mariquita.
Había también, sentadas en taburetes, junto a la barra, tres mujeres, atractivas ellas, bebiendo cocacola con ginebra, pero no estaba la Chata". Y esperamos. A poco llegó ella, estirándose la falda, colorada, prueba de que venía de funcionar. Se dio cuenta de que mirábamos para ella, y nos sonrió, abriendo algo la boca, como ofreciéndonos un beso. Jorge interpretó aquello como un ofrecimiento.
-La sonrisa va por ti, Jorge, se ve que le gustas, -dijo Ernesto.
-¿Por qué no vas con ella?, -interpuso Enrique.
-Es que entre ella y vosotros os prefiero a vosotros, qué caramba.
Momento en que entró en el bar un hombre alto, ya mayor, cojo de una pierna. Se acercó a la barra, se acercó a ella y le dio un beso. Le separó los cabellos con sumo cuidado y le besó con amor en el cuello. Varias veces.
-Maricón de playa- dice para nosotros Enrique-, ¿sabrá ese tipejo en qué lío se ha metido?
-¿Te das cuenta? -dice José-. Es más puta que las gallinas. Sólo le gusta el dinero. Le da igual un estudiante, un albañil, o un pastor de cabras.
-O un equipo de fútbol de tercera división -digo yo.
-Eso de compararla con las gallinas tiene su gracia. No había oído nunca que las gallinas sean putas, -dice Enrique, tapándose la boca
con ambas manos.
Parece que ella, la "Chata", oyó algo de lo que comentábamos, y murmuró por lo bajo: "Mocosos de mierda, ¿por qué no aceptáis con agrado la belleza natural?
Pagamos la cuenta, a escote, y marchamos.
Atrás quedaba la "Chata", aguantando las caricias de aquel hombre con aspecto de bruto, seguramente para ajustar el precio y acostarse con ella un rato. Uno de tantos.

*Raimundo Lozano fue uno de nuestros premios búhos 2008 en reconocimiento a su trayectoria literaria y el conjunto de su obra.