Autor: Dominique Laporte
Editorial Pre-Textos
141 páginas
UN ENSAYO ESCATOLÓGICO
por Ricardo Serna
Si bien es verdad que, por regla general, los que hacemos crítica literaria solemos comentar para nuestros lectores novedades recién salidas al mercado, hoy haré yo una excepción con el permiso de ustedes para hablarles brevemente de un libro especial, Historia de la mierda, una obra cuya segunda edición apareció en Valencia en 1998 publicada por Pre-Textos en su colección de ensayo. Es verdad que ha llovido lo suyo desde entonces, pero también les digo que el volumen no ha perdido actualidad con el tiempo. El libro, traducido del francés por Nuria Pérez de Lara, y con un diseño de cubierta más que simple aunque de buen gusto, viene a recoger el ensayo que Dominique Laporte escribió en su día -la primera edición de la obra, de 1978, fue impresa por Christian Bourgois- acerca de la evolución de la higiene y el higienismo en el mundo moderno, y sobre todo en Francia, desde el siglo XVI al XIX. No obstante, dicho marco cronológico sirve sólo de acotamiento globalizador. Se utilizan citas de autoridad de los autores más dispares, tanto clásicos como modernos, desde los latinos Plinio, Juvenal o Suetonio, hasta los franceses Roland Barthes, Foucault o Pierre Guyotat, pasando por personajes tan variopintos como Goethe, Bentham, Malthus, Freud o Kant, entre otros.
Dominique Laporte nos da un paseo -nada olfatorio, por cierto- por el mundo de las citas y las referencias históricas, aludiendo al hecho indiscutible de que la mierda (excremento humano y animal, suciedad o porquería, según reza el diccionario), ha sido materia de constante preocupación para el ser humano desde siempre, y en especial desde que Roma empezó a exportar -a partir del siglo I de nuestra era- los refinamientos y exquisiteces metropolitanas a sus vastos dominios del mundo conocido. Hemos de señalar, no obstante, que Laporte se centra sobre todo en el estudio de la Francia posterior al reinado de Luis XII, quien sucedió en el trono a su primo Carlos VIII en 1498. Son frecuentes en el libro las alusiones a la ciudad de París, como sucede con la cita de Louis-Sebastien Mercier -de su obra Tableau de París, de 1789- referida a la mala costumbre popular de hablar groseramente y a la, más insana y peligrosa si cabe, de arrojar a la calle basuras y porquería desde los balcones y ventanas. Y esto en vísperas de la tan traída y llevada revolución del modernísimo siglo XVIII. "Es imposible -señala Mercier- vivir en esta gran ciudad sin ser manchado por la pala del basurero o por la lengua de la bajeza". En resumidas cuentas, el libro de Dominique Laporte, además de una titulación atrevida y de unos contenidos temáticos fuera de lo común, posee una gran sencillez estructural y un lenguaje en exceso fácil, poco original y escasamente personal -un lenguaje standard, diría yo-, muy típico de ciertos ensayos de difusión traducidos al idioma español con menos mimo del que sería deseable. Por otro lado, tampoco debemos pasar por alto la tarea puramente científica, pues no conviene olvidar que los textos responden, al menos en principio, al resultado de un serio proceso de investigación histórica. Contra lo que pueda parecer, el asunto escatológico –que a veces se aborda ligado al humor o a la chanza- abunda relativamente en el ámbito de los libros serios y hasta de investigación.
En La escritura del cuerpo, obra publicada por la Universidad de Antioquia en 2001, Jairo Montoya se hace eco del libro de Laporte, lo comenta parcialmente y lo referencia con absoluta seriedad en el capítulo bibliográfico. Algo similar hacen Facundo Tomás Ferré e Isabel Justo, de la Universidad Politécnica de Valencia, en su libro Pigmalión o el amor por lo creado, publicado por Anthropos Editorial en 2005. Eso por no hablar de la referencia que de la obra se hace también en Cervantes y su mundo, de Kart Reichenberger, Darío Fernández-Morera y A. Robert Lauer, publicada en 2004. En dicho volumen se recoge un trabajo de Luis F. Avilés titulado “En el límite de la mirada: el espectador en Don Quijote”, donde el autor del texto cita el libro de Dominique Laporte dentro de su listado de bibliografía utilizada.Otro ejemplo lo tenemos en el titulado Una vieja historia de la mierda, de Alfredo López Austin, que salió a la luz gracias a la tarea de Ediciones Toledo en 1988. Y así podríamos citar numerosos estudios y publicaciones donde estaría presente, de una manera evidente, el asunto escatológico. El libro de Laporte puede gustar, dejar frío o hasta enfadar al lector; puede resultar entretenido, curioso o indecente incluso, dependiendo del talante de cada persona en particular. Pero nadie podrá negar, ni poner en tela de juicio, que el tema -inodoro, desde luego- resulta, cuando menos, de lo más original. Que ustedes lo lean bien.
*Ricardo Serna (Zaragoza, 1954), es Licenciado en Filosofía y Letras, Diplomado en estudios avanzados de Literatura española por la Universidad de Zaragoza y escritor.
Su web: http://www.ricardoserna.com/
1 comentario:
El libro Una vieja historia de la mierda, de Alfredo López Austin y con ilustraciones de Francisco Toledo, acaba de ser reeditado por el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, CEMCA, y Castor Astral. Se puede leer el resumen y comprarlo en www.cemca.org.mx. Fue presentado con éxito a fines de septiembre durante la Feria del Libro de Antropología e Historia, en la Ciudad de México. Muy recomendable.
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