|
|||||
ENTRADA
LIBRE HASTA COMPLETAR
EL AFORO DELA SALA.
EL AFORO DE
Ediciones de la Biblioteca de Aragón
C/ Doctor Cerrada, 22 – 50005 ZARAGOZA
Grupo
Juglarías
Sesión nº 77
En el V centenario
del nacimiento
de Santa Teresa de
Jesús
MOMENTOS
TERESIANOS
Martes, 22 de Diciembre de 2015
19:30 horas
Salón de Actos
BIBLIOTECA DE Aragón
CALLE DOCTOR
CERRADA, 22 – ZARAGOZA
Grupo J
U G L A R Í A S
Sesión nº 77
En el V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús
MOMENTOS TERESIANOS
(desde textos de Eduardo Marquina)
I. Vida: de profesa a
reformadora
II. Fundaciones
III. Delaciones
IV.
Alcaidesa de Pastrana
V. Camino de Alba de Tormes
Intervienen (por
orden de aparición):
Ana
María Martínez
Tomás Martín
Luís Trébol
Fernando Gracia
Susana
Torres
Loretta García
José
Mª Hdez. de la Torre
Joaquín
Muñoz
Adaptación y
dirección: José María Hernández de la
Torre
Martes, 22 de diciembre de
2015 Biblioteca de Aragón 19,30 horas
El 28 de marzo de 1515 nació, en Ávila,
Teresa Sánchez de Cepeda y Dávila Ahumada, que fue canonizada sólo cuarenta
años después de su muerte –ocurrida en Aba de Tormes en 1582-, proclamada en
1970 Doctora de la Iglesia y designada
también patrona de los escritores de lengua castellana. Se trata de una de las
grandes personalidades de la cultura española y mujer de relevancia universal.
Monja en el monasterio abulense de la Encarnación , de la Orden de Nuestra Señora del
Monte Carmelo, al cabo de algo más de veinte años de profesión comenzó a sentir
“grande favores espirituales” y algunas visiones y revelaciones, que la
impulsaron a proyectar la reforma del Carmen para aspirar a la perfección
mediante la observancia estricta de su regla -austeridad, pobreza y clausura-, por
entonces bastante relajada; y, venciendo notables dificultades, en 1562 logró
fundar en Ávila el monasterio de San
José, el primero de las nuevas “carmelitas descalzas”. Recibió ánimos y
consejos de los futuros santos Pedro de Alcántara, Francisco de Borja y Luís
Beltrán, pero hubo de enfrentarse al rechazo activo de los “calzados” y a las
suspicacias de la
Inquisición , presta a encontrar en los relatos de sus ansias
renovadoras y de sus éxtasis místicos conexiones con el iluminismo herético de
la época. Ni tan ásperas y peligrosas hostilidades ni los graves quebrantos de salud y terribles
padecimientos físicos que sufrió desde muy joven la apartaron de su empeño.
Pasó los últimos veinte años de su existencia continuamente en camino, para
fundar numerosos conventos, tanto femeninos como de varones, sobre todo en las
tierras de Castilla, Andalucía y Extremadura, para lo que contó con
inestimables colaboraciones como las de fray Juan de Yepes (San Juan de la Cruz ), fray Jerónimo Gracián,
fray Julián Dávila y otros. Tuvo también relaciones ambivalentes con damas de
alcurnia (doña Beatriz de Espina, doña Guiomar de Ulloa, la Princesa de Éboli…), que
dotaban fundaciones pero exigían a cambio privilegios.
Tan gigantesca tarea reformadora y
fundacional se ve complementada por su obra escrita, compuesta por varios
libros extensos –e intensos- (el de su Vida,
Relaciones espirituales, Camino de perfección, Castillo interior o las Moradas, Conceptos de amor de Dios, Exclamaciones del alma a Dios, Libro de las Fundaciones, Pensamientos y sentencias), a los que
hay que añadir las Constituciones y
avisos y consejos para las hermanas y novicias, así como un nutrido epistolario
de casi quinientas cartas, todo ello en una prosa de estilo sencillo y de gran
espontaneidad pero de alta calidad literaria, que sitúa a Teresa de Jesús entre
los grandes autores hispánicos. Debe añadirse un ramillete de poemas de
carácter místico (Vivo sin vivir en mí,
Vuestra soy-para Vos nací…) y
navideños para uso conventual, compuestos con estrofas de arte menor, en las
que el fervor devocional y la intensidad lírica superan a los primores de la
forma, que tiende también a la sencillez y naturalidad expresiva.
En el año del V centenario del nacimiento
de “la Santa ”,
el Grupo Juglarías se suma a las
conmemoraciones con la presentación de estos “Momentos teresianos”, en los que trata de sintetizarse en clave
escénica –y con los convencionalismos propios de las artes y las letras- la
trayectoria vital, la idiosincrasia, los trabajos, la vocación insobornable de
mirar al cielo con los pies en la tierra, la lucha constante por la salvación
de las almas, la capacidad de empatía humana del personaje… Se han adaptado
para ello fragmentos de las piezas que dedicó al asunto el dramaturgo Eduardo Marquina,
uno de los últimos y más celebrados cultivadores del teatro en verso en la España de la primera mitad
del siglo XX. En la lectura dramatizada de los textos escogidos aúna Juglarías sus dos principales
vocaciones, que son resaltar el valor de la palabra en la obra teatral y el de
la eufonía y musicalidad en la poesía versificada, y ello al servicio de la
recreación de la figura de Santa Teresa de Jesús, que es el objeto de la
presente sesión.