jueves, 4 de junio de 2009

Crítica de "Crónica de un forjador de versos..." de José Ignacio Torres-Solanot

CRONICA DE UN FORJADOR DE VERSOS DE POLEÑINO Y OTROS RELATOS
por José Luis de Arce

Así de largo es el título del libro que hoy les quiero presentar, aunque cortesía obliga a presentar primero a su autor, José Ignacio de Torres-Solanot.
Suelen habitar entre nosotros muchos escritores y poetas que no acaban de encontrar su editorial, su agente o su sitio en el espacio de quienes imparten carnets y consagran amiguetes en las páginas culturales que administran sin recato alguno. Muchos de ellos pasarán de este mundo dejando carpetas y cajones repletos de escritos que acabarán en la hoguera de los olvidos… y nos habremos perdido, sin duda, más de una obra valiosa.
Uno de estos seres rabiosamente vocacionales es nuestro autor de hoy, José Ignacio; alejado de los circuitos de los escritores oficiales, dando codazos para hacerse un hueco en el panorama de las letras y autoeditándose como puede sus trabajos. Es un verdadero artesano del oficio de escribir, y, como a todo artesano, hay cosas que le salen bien y otras con algún defectillo perdonable.

Los escritos de José Ignacio son una bocanada de aire fresco y limpio; son espontáneos, inocentes y amables. Es una delicia leer los relatos sueltos de su propia biografía, los recuerdos de su pueblo, de su infancia y de su vida familiar, llenos de ingenuidad. Con estos relatos comparten el libro que les propongo otros escritos, cuentos y versos que componen un mosaico lo suficientemente amplio como para acercarnos al mundo sencillo de este escritor y contemplar sus paisajes anímicos.

Estoy convencido de que la lectura de este libro va a atraer a los lectores en cada página; va a inducir a la sonrisa, va a provocar alguna que otra lágrima y va a despertar curiosidad para tratar de descubrir qué hay detrás de José Ignacio.

Yo creo que, sencillamente, tras este hombre se esconde un escritor con habilidad para el oficio, con cosas que contar y con un lugar a sol de las letras verdaderas. Espero que el tiempo nos de la razón; y que José Ignacio encuentre las oportunidades que merece para conseguir el aprecio y el afecto de los lectores.
Deseo que consiga también el de ustedes

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