Conterrías, Ocurrencias, y/o “Solanotadas”
Nuestra sociedad es “nuestra” pero no es “la nuestra”. Nuestra sociedad es social, pero no es humana, y/o humanoide.
Vivimos en una país democrático considerado de “Igual, (con los mismos derechos para los dos géneros: el femenino, y para el género masculino, los cuales han matado la caballerosidad que antaño, nos enseñaban a l@s mucha-ch@s de nuestra generación -quienes nacimos en los ante- riores y felices años Sesenta, y ahora hacemos una sociedad española, de presumidos, de presuntos gordos, y de jóvenes maduros, a los cuales, además, nos han dejado, poseemos, y también somos: “unos espíritus, pero… ¡flacos!”; así como ya no existe: la clase diferente de otros tiempos, la buena educación, ni la elegancia, ni la nobleza, y menos, el señorío; además la consideramos Justa (aunque digamos que quien hace la ley, hace la trampa, y guardemos en nuestra memoria afectos de: amantes, de amistades, de amores, y de familiares, o de gentes a quienes ayu- dar, colocar, y/o favorecer) y también la denominamos: Libre (lo cual debe ser, -y así nosotros lo explicamos, porque desde hace 30 años, podemos calumniar, podemos difamar, y podemos mentir, a nuestr@s herman@s próxim@s, sin recibir castigo alguno, ni pena, ni reprimenda ninguna- pues conocemos, estamos, y existimos hoy, en la cultura nueva del todo vale, en la que todos hacemos lo que nos da la gana, y en la que predominan: el caos, la confusión, y el desorden).
Nuestra sociedad es “nuestra” pero no es “la nuestra”. Nuestra sociedad es social, pero no es humana, y/o humanoide.
Vivimos en una país democrático considerado de “Igual, (con los mismos derechos para los dos géneros: el femenino, y para el género masculino, los cuales han matado la caballerosidad que antaño, nos enseñaban a l@s mucha-ch@s de nuestra generación -quienes nacimos en los ante- riores y felices años Sesenta, y ahora hacemos una sociedad española, de presumidos, de presuntos gordos, y de jóvenes maduros, a los cuales, además, nos han dejado, poseemos, y también somos: “unos espíritus, pero… ¡flacos!”; así como ya no existe: la clase diferente de otros tiempos, la buena educación, ni la elegancia, ni la nobleza, y menos, el señorío; además la consideramos Justa (aunque digamos que quien hace la ley, hace la trampa, y guardemos en nuestra memoria afectos de: amantes, de amistades, de amores, y de familiares, o de gentes a quienes ayu- dar, colocar, y/o favorecer) y también la denominamos: Libre (lo cual debe ser, -y así nosotros lo explicamos, porque desde hace 30 años, podemos calumniar, podemos difamar, y podemos mentir, a nuestr@s herman@s próxim@s, sin recibir castigo alguno, ni pena, ni reprimenda ninguna- pues conocemos, estamos, y existimos hoy, en la cultura nueva del todo vale, en la que todos hacemos lo que nos da la gana, y en la que predominan: el caos, la confusión, y el desorden).
“En este mundo de locos, yo soy el único… ¡a-/normal!”.
(De “Diario de un Artista, y de un Poeta Parásito” –Inédito, 2011-
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